viernes, 12 de noviembre de 2010

Derecho Legal

 Si estamos en guerra espiritual, debemos interiorizarnos en la vida de Job  y sus actitudes relacionados al derecho legal que otorgamos al diablo sobre nuestras vidas.

"Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también satanás. Y dijo Jehová a satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella. Y Jehová, dijo a satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? Respondiendo satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra." Job 1:6-10

¿Porqué satanás tenía el derecho legal de venir y presentarse ante Dios, como vemos en el verso 9 de Job capítulo 1? Cuando satanás viene, no se presenta sin sentido y sin argumento que lo sustente.

Dios le había prodigado a Job de múltiples bendiciones. Todo lo que tenía se lo debía a Jehová. Era el hombre más rico de la tierra, porque cuando Dios bendice lo hace con abundancia. 
Tenemos que empezar a vivir en ese nivel de fe para recibir las bendiciones que el Señor tiene para nosotros. ¿Cómo? rompiendo nuestras limitaciones, empezando a creerle a Dios como nuestra única bendición para los demás, en el nombre de Jesús. Cuando Dios nos bendice, nuestros bienes aumentan, todo aumenta mucho más. Lo poco se convierte en mucho!

¿Qué circunstancias o actitudes en la vida de Job, permitieron al diablo presentarse ante el Juez Supremo como un fiscal acusador en guerra espiritual, e imputarle los cargos en su contra?

Veamos que nos revela la Palabra acerca de este hecho. "Porque el temor que me espantaba me ha venido, y me ha acontecido lo que temía. No he tenido paz, no me aseguré ni estuve reposado; no obstante, me vino turbación." Job 3:25-26. Podemos observar que Job era poseedor de una tremenda inseguridad, carecía de sociego y tenía un gran temor por las adversidades que les podrían acontecer, por eso diariamente ofrecía sacrificios. Su inseguridad y su temor le dieron derecho legal a satanás para intervenir en forma desastrosa en su vida.
 Job era conocido por Dios, pero él no conocía a Dios ni su poder. Cuando el Señor nos conoce, nos ve de la misma manera como veía a Job: Perfecto, recto, temeroso de él y apartado del mal. Sin embargo, este varón no tenía paz y vivía angustiado, sin reposo. "No me aseguré" expresa en el versículo 26, porque él creía que con sus sacrificios iba a mantener a todos sus hijos y sus bienes en buen estado.
Pretendió negociar con Dios de esa manera, pero con Dios no se negocia, pese a las circunstancias adversas que nos puedan acontecer. Debemos vivir por fe, confiando en su Palabra y en su justicia porque Él nos hará "habitar en morada de paz, en habitaciones seguras y en recreos de reposo." Isaías 32:18

Cuando entramos en el reposo de Dios, tenemos paz, su justicia nos da seguridad y confiamos plenamente, en los planes que Él tiene para nosotros!

5 comentarios:

  1. Pastor, gracias por compartir esta enseñanza,
    me ayudará a un mejor vivir con Cristo.

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  2. Que Dios lo siga bendiciendo con sabiduria, gracias a usted hoy puedo entender que los temores tambien abren puertas, hasta la proxima, voy a estar atento a sus publicaciones

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  3. Gracias Pastor por compartir con nosotros de lo mucho que Dios te revela........ palabras de Vida!!!!

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