martes, 28 de septiembre de 2010

Sometimiento

Al estar sometido enteramente a la autoridad de Dios, tenemos el mismo respaldo que tuvo Jesús y podemos hacer las mismas obras "y aún mayores" de las que Él hizo. Juan 14:12

Pero si existen ciertas áreas de nuestras vidas que no están sometidas, es decir que no están en obediencia a la Palabra de Dios, estas se convierten en puertas abiertas para que el enemigo tenga acceso y entre a robarnos y a hacer estragos en nuestras vidas. El ladrón siempre busca puertas abiertas para entrar.

¿Por qué la mayoría de las  personas cierran las puertas de sus casas y toman medidas de seguridad en la noche? Para poder estar seguras mientras duermen. Lo mismo tenemos que hacer nosotros; cerrar todas las puertas de nuestras mentes al enemigo y someternos a Dios y permanecer bajo su autoridad. De esta manera, tenemos el respaldo del Señor.

En Salmos 34:7 leemos: "El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen y los defiende". Los que temen a Jehová son los que guardan sus mandamientos. Alrededor nuestro está el ángel de Jehová. Su Palabra nos enseña la clase de protección que podemos tener como hijos de Dios.

Recuerdo la historia del pastor David Wilkerson cuando fue a  Nueva York a evangelizar a las bandas de delincuentes más peligrosas de la ciudad. Varias veces intentaron acabar con su vida, pero sin resultado positivo, porque en medio de la noche, a su lado caminaban dos siluetas gigantes acompañándolo en todo momento. El predicador no los podía ver, pero los pandilleros sí y asustados, entre ellos Nicky Cruz, querían saber quienes eran esos imponentes personajes que custodiaban a Wilkerson.

¿Quiénes son los que temen a Jehová? Los que se someten a la autoridad de su Palabra, porque le tienen un profundo respeto, le aman y le obedecen. Es importante que entendamos que estamos trabajando como cuerpo, sometidos a una sola autoridad: La autoridad de Dios.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Sometido Bajo Autoridad

"Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y él huirá de vosotros." Santiago 4:7

Gran parte de los cristianos se interesa y utiliza más la palabra "resistir al diablo", para que él huya de inmediato, sin embargo la clave de este versículo está en el primer segmento: El sometimiento a la autoridad de Dios. ¿Cuál es el significado de sometimiento? Como hijos de Dios, debemos obedecer su Palabra, sin cuestionamientos ni complicaciones.

Cuando Santiago aconsejaba y animaba a los cristianos de ese tiempo, a someterse a la autoridad de Dios, era porque entre ellos había contiendas, codicia, egoísmo, adulterio, celos, murmuraciones, juicios, etc., pecados con los cuales perdían toda clase de autoridad proveniente de Dios. Al respecto, leamos que nos dice el apostol en el capítulo 4:1-12

El Señor nos anhela celosamente (v.5) y la mayor gracia requiere dejar la soberbia, el orgullo y humillarnos delante de Él (v.6); luego someternos bajo su autoridad, la cual nos habilita y nos autoriza a resistir al diablo para que él huya de nosotros.

Esta lucha espiritual es por nuestra vida, y no solo por nosotros, sino también por la de nuestra familia. Cuando Jesús se enfrentaba a las tinieblas, los enfermos sanaban y los poseídos se liberaban, pues actuaba con la autoridad delegada por su Padre. El mismo Jesús en una oportunidad, se había admirado del principio de autoridad asumido por un romano. Mateo 8:5-10

Jesús fue obediente al Padre hasta la muerte, como un cordero. El cordero no dice nada, no emite sonido cuando va al matadero. Por eso, el Padre le dio toda la autoridad, y esa autoridad fue transferida a la Iglesia. Efesios 1:21-23; Lucas 10:19.

Jesús obediente y respetuoso a la autoridad del Padre, tenía poder para repeler las fuerzas de las tinieblas cuando se enfrentaba a ellas en la vida de las personas que tenían problemas espirituales como posesión o influencia demoníaca.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Principio de Autoridad

En el mundo espiritual como en el natural, existen leyes y niveles de autoridad que deben ser respetados por todos los seres humanos para convivir de forma armónica y pacífica en la sociedad. Cuando estos rangos se infringen o se violan, las consecuencias pueden ser fatales.

Como hijos de Dios, debemos conocer nuestra posición de autoridad espiritual, para que nuestras oraciones sean realmente efectivas. Cuando la Palabra de  Dios en Efesios 1:22 nos dice: "...y sometió todas las cosas bajo sus pies y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia..." ¿Qué debemos entender? que nosotros, siendo sus hijos, somos parte de su Iglesia y por consiguiente hemos recibido la autoridad delegada por Dios a través de su Palabra.

Un ejemplo de la autoridad delegada por Dios, la encontramos en la breve historia que ilustra el libro de los Hechos en el capítulo 19:13-16

Lo interesante de esta historia es que eran judíos, exorcistas ambulantes y no tenían la autoridad delegada por Dios para hacer liberación, que es muy diferente al exorcismo, puesto que para realizar este conjuro, se opera bajo otro ente espiritual mayor que no viene precisamente de Dios. Estas personas practicaban el ocultismo y echaban fuera un espíritu por otro espíritu más fuerte y de mayor autoridad. En cambio los hijos de Dios realizamos la liberación de espíritus inmundos en el nombre de Jesús y estos huyen porque reconocen la autoridad de quien los contiende por medio de la Palabra de Dios.

A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?

El espíritu malo saltando sobre los exorcistas y dominándolos, pudo más que ellos, de manera que huyeron de aquella casa, desnudos y heridos. Este es el peligro de operar sin la autoridad delegada, sin tener la cobertura pastoral y sin permanecer bajo la autoridad de la Palabra de Dios.